jueves, 15 de diciembre de 2011

¿Crisis? ¿What Crisis?

O "¿En qué momento empezó a irse todo al carajo? ¿Tiene la cosa arreglo? Y, sobre todo, ¿a quién podemos echarle la culpa?"









Hace algunas semanas, en la Wiki de Reinos Legendarios colgamos un tutorial elaborado hace ya cosa de siete años con la insana intención de orientar a organizadores “novatos” que pretendieran montar su primer vivo:

http://wiki.reinoslegendarios.com/index.php/C%C3%B3mo_hacer_un_ReV

Lo hemos rescatado, tras alguna demanda popular y a falta de otro texto mejor, con todas las advertencias del mundo sobre lo anticuado que pudiera estar ahora, en el 2011. Pero, aparte de algunos enlaces que puedan haber quedado obsoletos, me ha llamado la atención una frase incluida en el noveno paso: busca jugadores:

”Consideramos que, más o menos, cincuenta personas se pueden reunir con relativa facilidad pero de todas formas os sugerimos que hagáis mucho hincapié en reunir al grupo que buscabais desde un principio”.

Bueno: eso es lo que decíamos en el 2004. Y, por aquel entonces, había pocas dudas de que fuera así. No obstante, a lo largo de los últimos años hemos ido viendo que, quizá, esta afirmación no esté ya tan vigente. Muchos proyectos han acabado anulándose y muchos otros no llegan a nacer por miedo a no alcanzar los números necesarios para contratar en pudorosa exclusiva un alojamiento.

¿Por qué? Hay bastantes posibles respuestas, y no seré yo quien se decida por una. Como mucho, cabe apuntar algunas posibilidades:

- La más obvia: la CRISIS. Sí: ésa crisis. La que deja en pelotas nuestro futuro. La que cierra hospitales, escuelas, democracias, centros de investigación y ¿para qué ser menos? partidas de rol en vivo.

- El hastío, la desidia, la sensación de que acudir (o incluso organizar) un rol en vivo no es ya una experiencia única y fabulosa, sino una cuasi-rutina equiparable a irse de copas un sábado por la noche, sin más preparación o mayor ilusión.

- El asco y el cabreo acumulados por haber acudido a vivos realizados con desgana, o para mero lucimiento de sus masters.

- Las redes asociales, con su tendencia a fragmentar las comunicaciones en pequeños círculos cerrados, en los que sólo se comparte información con los vínculos individuales de cada organizador.

- La “salida del armario” de actividades como el soft-combat, que hace que para darse de yoyas ya no sea necesario hacer el paripé de apuntarse a una partida de rol en vivo.

Éso, claro está, si asumimos que existe una verdadera crísis y no un simple cambio de paradigma tras el fín de las grandes partidas de fantasía épica y malote finál. Un paradigma más cerrado, pero más variado en temas y formatos.

Hoy no voy a pontificar. Tengo el día humilde, ya véis. Opinad; opinad sin miedo; que las tortas... ya me las llevo yo.